Eres tu (y yo) en las conversaciones de la calle, en tu casa, cuando comentas o debates como usuario de algo, fan o seguidor de alguien, activista de x o z, forofo o torcedor futbolero, quien le pone nombre a las cosas. De aquí nace una línea (de tantas) del nuevo llamado crowdsourcing.
Llena nuestras mentes con tu mente - El crowdsourcing
De las palabras que usemos y como asignemos virtudes, defectos, beneficios, fallos, y de nuestras propias recomendaciones/experiencias nace la forma en que se conozca, se divulgue y, más importante aún, se valore o se rechace algo. Es una gran oportunidad y a la vez una gran herramienta al alcance de todos.
También se escucha que hay que ser cuidadoso y por eso lanzan advertencias e incluso amenazas que pretenden asustarnos y prevenirnos de no criticar o apoyar, desprestigiar o subir al pedestal algo o a alguien.
Hay que rechazar esas prevenciones y amenazas. Todos estamos en nuestro derecho de que lo que hoy nos parece malo, pues mañana ya no nos parezca tanto; que una montaña donde tuvimos grandes vacaciones y se lo dijimos a todo el mundo, luego ya no queramos recomendarla o al revés.
Los seres humanos somos seres cambiantes; somos seres de símbolos y de percepciones. Menos mal no desayunamos lo mismo todos los días. Si nunca hubiéramos cambiado todavía desayunaríamos hierba y carne cruda ¡¡
Gracias a internet, a las palabras con que buscas las cosas en google, a los clicks que haces en los anuncios o en los links de campañas o en los que ponen tus amigos, gracias a tus aceptaciones o rechazos en los foros, en los blogs, a calificar con estrellas los contenidos, las ofertas… puedes pronunciarte de manera inmediata y puedes compartir con quien conoces esas recomendaciones o rechazos.
Además, LO MEJOR DE TODO ¡¡ podemos explorar, cambiar. Te invito a que busques en internet cambiando las palabras y eso permite que quien oferta cosas/servicios descubra lo que realmente estamos buscando, necesitando. Si antes buscabas ‘billetes baratos de avión’, también puedes buscar ‘viajes que merecen ser pagados’ o ‘billetes de avión que merecen la pena’. Eso aplícalo a cualquier forma en que menciones, nombras, buscas, recomiendas o rechazas algo.
Las palabras asignadas a las cosas y sus significados son tuyos; tu los propones, o tu los recibes y tu los aceptas o los recompones ¡¡